Según las actas, publicadas hoy en el Kremlin por el Ministerio de Recursos Naturales y Medio Ambiente de la Federación Rusa (MNRE), Putin estaba tan indignado por la negativa de Obama a discutir sobre este grave asunto, que durante 3 horas incluso rechazó reunirse con Kerry, quien había viajado a Moscú en misión diplomática, cediendo después a fin de no provocar una ruptura aún mayor entre ambas naciones.
En el centro de la disputa entre Rusia y los EEUU, según el informe del MNRE, se encuentra la “indiscutible evidencia” de que un tipo de insecticidas neuro-activos relacionados con la nicotina, y conocidos con el nombre de neonicotinoides, están destruyendo la población de abejas de nuestro planeta, y que, de no controlarse, podrían destruir nuestra capacidad mundial para cultivar suficientes alimentos para alimentar su población.
La situación se ha vuelto tan grave, informa el MNRE, que la Comisión Europea al completo votó, la semana pasada, una prohibición cautelar de 2 años (empezará el 1 de diciembre de 2013) para pesticidas “mata abejas”, siguiendo el ejemplo de Suiza, Francia, Italia, Rusia, Eslovenia o Ucrania, países que habían prohibido anteriormente la utilización en el continente de estos peligrosos organismos genéticamente alterados.
Dos de los más temidos neonicotinoides que ahora han sido prohibidos son el Actara y el Cruiser, fabricados por el gigante suizo de las semillas y pesticidas biotecnológicos, Syngenta AG, quien da empleo a más de 26.000 personas en cerca de 90 países y que ocupa el tercer puesto del ranquin mundial de ventas en el mercado comercial de semillas para la agricultura.
Es importante tener en cuenta, apunta el informe, que Syngenta, junto a otros gigantes de la biotecnología como Monsanto, Bayer, Down y DuPont, controlan actualmente cerca del 100% del mercado mundial de pesticidas, plantas y semillas genéticamente modificadas.
También es importante destacar en el caso de Syngenta, continúa el informe, que en 2012 fue acusada penalmente en Alemania por haber ocultado el hecho de que su maíz genéticamente modificado había matado ganado, y que se haya establecido una demanda colectiva por valor de 105 millones de dólares en EEUU después de descubrir que había contaminado los suministros de agua de cerca de 52 millones de estadounidenses en más de 2000 distritos con su herbicida Atracina, que puede provocar cambios en el género de los animales.
Cómo de asombrosamente espantosa está la situación, se puede ver, según el MNRE, en el informe realizado el pasado marzo por American Bird Conservancy (ABC), desde el que se advierte del peligro en el que se encuentra el mundo y en el que podemos leer lo siguiente:
“Como parte de un estudio sobre los efectos del tipo de insecticidas más utilizado en el mundo, los neonicotinoides, la American Bird Conservancy (ABC) ha hecho un llamamiento a la prohibición de su uso como tratamiento de semillas, así como para la suspensión de todas las solicitudes a la espera de una revisión independiente de los efectos de dichos productos en las aves, invertebrados terrestres o acuáticos y el resto de animales salvajes”.
“Está claro que estos químicos tienen el potencial para afectar a toda la cadena alimentaria. La persistencia en el ambiente de los neonicotinoides, su propensión a los vertidos e infiltraciones en las aguas subterráneas, así como su acumulativo, y en gran medida irreversible, modo de actuar en los invertebrados plantea problemas ambientales significativos”, dijo Cynthia Palmer, coautora del informe y directora del Programa para Pesticidas del ABC, una de las organizaciones líderes en EEUU para la conservación de las aves.
El ABC encargó al mundialmente reconocido toxicólogo ambiental, Dr. Pierre Mineau, la dirección de la investigación. El informe de 100 páginas, “El impacto en las aves del insecticida más utilizado en el país”, revisa 200 estudios sobre los neonicotinoides, incluyendo la investigación de la industria obtenida a través de la Ley de libertad de información de los EEUU. El informe evalúa el riesgo toxicológico para las aves y los sistemas acuáticos e incluye comparaciones extensas con otros pesticidas anteriores que han sido sustituidos por los neonicotinoides. La evaluación concluye que los neonicotinoides son letales para las aves y para los sistemas acuáticos de los que dependen.
“Un solo grano de maíz recubierto de neonicotinoides puede matar un pájaro”, dijo Palmer. “Incluso un ínfimo grano de trigo o colza tratado con el más antiguo de los neonicotinoides – llamado imidacloprid – puede envenenar fatalmente a un ave. Tan solo una décima parte de una semilla de maíz recubierta de neonicotinoides al día durante la época de incubación puede afectar a la reproducción”.
El nuevo informe concluye que los niveles de contaminación de los neonicotinoides, tanto en las aguas superficiales como las aguas subterráneas, en los EEUU y en el mundo, están más allá del umbral conocido para matar invertebrados acuáticos.
Después de este informe condenatorio, la MRNE dice que un gran grupo de apicultores estadounidenses y medioambientalistas demandaron al régimen de Obama por el uso continuado de estos neonicotinoides indicando: “Vamos a llevar a la EPA (Environmental Protection Agency) ante los tribunales por su fracaso en la protección de las abejas de los pesticidas. A pesar de nuestro gran esfuerzo para alertar a la agencia sobre los problemas que plantean los neonicotinoides, la EPA continuó ignorando las claras señales de alerta de un sistema agrícola en dificultades”.
Y cómo de malo se ha vuelto el sistema agrícola mundial debido a estas plantas, pesticidas y semillas modificadas genéticamente, se puede ver, según el informe, en la propuesta de la EU de la semana pasada, seguida de la prohibición de los neonicotinoides, en la que se propone criminalizar prácticamente todas las semillas y las plantas no registradas en la UE, y en la que podemos leer lo siguiente:
“Europa se apresura a los buenos días de 1939, 40,… Una nueva ley propuesta por la Comisión Europea podría ilegalizar el cultivo, la reproducción o la comercialización de cualquier semilla vegetal que no haya sido probada, aprobada y aceptada por una nueva administración europea llamada “Agencia de Variedades Vegetales de la UE”.
La nueva Ley de Material Reproductivo de las plantas de la EU nace con la intención de que sean los Gobiernos los que se hagan cargo de prácticamente todas las plantas y semillas. Aquellos jardineros que cultiven sus propias plantas a partir de semillas no reguladas podrían ser considerados criminales según esta ley.
El informe de la MRNE señala que, a pesar de que esta acción de la UE pudiera parecer acaso draconiana, es, sin embargo, totalmente necesaria para purgar el continente de la continua contaminación de estas “monstruosidades de semillas” criadas genéticamente.
Lo más desconcertante de todo, dice el MRNE, y aquello que ha enfurecido a Putin, ha sido el esfuerzo del régimen de Obama por proteger los beneficios de los productores de pesticidas por encima del daño catastrófico al que se está exponiendo el medioambiente, y como detalla el servicio de noticias de The Guardian en un artículo del 2 de mayo, titulado “Los EEUU rechazan la alegación de la EU de los insecticidas como principal razón del colapso de colonias de abejas”, en el que se puede leer:
“La UE ha votado esta semana a favor de una prohibición de 2 años para un tipo de pesticidas, conocidos como neonicotinoides, que han sido asociados al “colapso de las abejas”. El gobierno de los EEUU informa, por el contrario, haber encontrado múltiples razones para el colapso de las colmenas”.
Para una razón “más verdadera” acerca de la protección de Obama de los gigantes de la biotecnología en nuestro mundo, el MNRE dice que puede leerse en este otro informe titulado “Cómo Barack Obama se convirtió en el hombre de Monsanto en Washington”, y en el que se llega a decir lo siguiente:
“Europa se apresura a los buenos días de 1939, 40,… Una nueva ley propuesta por la Comisión Europea podría ilegalizar el cultivo, la reproducción o la comercialización de cualquier semilla vegetal que no haya sido probada, aprobada y aceptada por una nueva administración europea llamada “Agencia de Variedades Vegetales de la UE”.
La nueva Ley de Material Reproductivo de las plantas de la EU nace con la intención de que sean los Gobiernos los que se hagan cargo de prácticamente todas las plantas y semillas. Aquellos jardineros que cultiven sus propias plantas a partir de semillas no reguladas podrían ser considerados criminales según esta ley.
El informe de la MRNE señala que, a pesar de que esta acción de la UE pudiera parecer acaso draconiana, es, sin embargo, totalmente necesaria para purgar el continente de la continua contaminación de estas “monstruosidades de semillas” criadas genéticamente.
Lo más desconcertante de todo, dice el MRNE, y aquello que ha enfurecido a Putin, ha sido el esfuerzo del régimen de Obama por proteger los beneficios de los productores de pesticidas por encima del daño catastrófico al que se está exponiendo el medioambiente, y como detalla el servicio de noticias de The Guardian en un artículo del 2 de mayo, titulado “Los EEUU rechazan la alegación de la EU de los insecticidas como principal razón del colapso de colonias de abejas”, en el que se puede leer:
“La UE ha votado esta semana a favor de una prohibición de 2 años para un tipo de pesticidas, conocidos como neonicotinoides, que han sido asociados al “colapso de las abejas”. El gobierno de los EEUU informa, por el contrario, haber encontrado múltiples razones para el colapso de las colmenas”.
Para una razón “más verdadera” acerca de la protección de Obama de los gigantes de la biotecnología en nuestro mundo, el MNRE dice que puede leerse en este otro informe titulado “Cómo Barack Obama se convirtió en el hombre de Monsanto en Washington”, y en el que se llega a decir lo siguiente:
“Después de su victoria en las elecciones de 2008, Obama ocupó puestos clave con gente de Monsanto en aquellas agencias federales que ejercen una fuerza tremenda en temas de alimentación, la USDA y la FDA: en la USDA colocó a Roger Beachy, antiguo director del Monsanto Danforth Center, como director del Instituto Nacional de Alimentación y Agricultura; en la FDA, colocó al nuevo Zar de las cuestiones de seguridad alimentaria, el infame Michael Taylor, antiguo vicepresidente para políticas públicas de Monsanto, como comisionado adjunto. Taylor había sido fundamental a la hora de conseguir la aprobación de la hormona de crecimiento bovina de ingeniería genética de Monsanto”.
Y peor aún, después de que Rusia suspendiera la importación y uso del maíz modificado de Monsanto, tras la lectura de un estudio que sugería su relación con el cáncer de mama el pasado septiembre, el servicio de noticias de Russia Today informó sobre la respuesta de Obama:
“La Cámara de Representantes de los EEUU aprobó la semana pasada a última hora la incorporación en la Ley de asignaciones agrícolas de 2013 de una disposición que protege las semillas genéticamente modificadas de litigios frente a riesgos sanitarios.
La disposición, que se conoce oficialmente como la Farmer Assurance Provision, ha sido ridiculizada por los opositores del lobby biotecnológico como la “Monsanto Protection Act”, ya que despoja a los tribunales federales de la autoridad para detener de inmediato la siembra y venta de semillas genéticamente modificadas (OGM) al margen de la preocupación de los consumidores por su salud.
La disposición, también denunciada como “cláusula biotecnológica”, debería haber trascurrido por los comités de agricultura o judicatura para su revisión. En cambio,no se celebraron sesiones y el asunto era desconocido por la mayoría de los demócratas (quienes detentan la mayoría en el Senado)antes de su aprobación como parte del HR993, la ley de financiamiento a corto plazo que se aprobó para evitar el derribo del gobierno federal”.
El 26 de marzo, Obama firmaba la Monsanto Protection Act, garantizando así que el pueblo estadounidense no pueda recurrir contra el gigante de la biotecnología cuando millones de ellos caigan enfermos, muchos de los cuales acabarán muriendo seguramente en la que el informe del MRNE llama la mayor apocalipsis agrícola en la historia de la humanidad, mientras el 90% de las abejas salvajes han muerto ya en EEUU y cerca del 80% de las domesticas también.
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