Construir verde, ¿es más caro? Por el momento, y en la Argentina, sí. No más de un 4 o 5 por ciento, explica el ingeniero Carlos Grinberg, presidente del AGBC. La organización, que opera bajo licencia del World Green Building Council (WGBC), "tiene el objetivo de crear conciencia sobre la urgencia de diseñar y construir viviendas, edificios y urbanizaciones sustentables y mejorar los que ya existen", dice Grinberg.
El mayor costo se explica porque en el país no están todavía demasiado difundidos los insumos que permiten llevar adelante este tipo de proyectos, "pero la diferencia se gana cuando las empresas pagan un diferencial por estar en mejores ambientes de trabajo y ocupar edificios con menores costos de mantenimiento -agrega Grinberg-. El metro cuadrado puede llegar a costar un 4% más, pero las expensas se reducirían entre un 15 y un 20% por menores costos operativos".
En otros mercados -por ejemplo, el estadounidense- construir verde es rutina. Y no solo se aplica a aquellos emprendimientos que se inician, sino también a reformar los existentes. Un caso emblemático es el de la Torre Willis, ex Torre Sears, en Chicago, "un ícono de la arquitectura moderna, el edificio más alto del mundo hasta 1998 -explica Sundee Wislow, directora de Sustentabilidad de US Equities Chicago-. Como se construyó en los años 70, los sistemas de energía no eran muy eficientes. Nuestra intervención permitió modificarlo y se logró un 80% de ahorro utilizando básicamente turbinas de viento integradas a la energía solar".
US Equities es la firma que instaló en Chicago el primer techo verde, "emplazado en la terraza del edificio donde opera la casa matriz de la compañía Apple", detalla Santiago Lucero Torres, director ejecutivo del US Equities Institute para América latina, quien agrega que, entre otros emprendimientos, "en Argentina trabajamos en la certificación de un importante proyecto en la localidad de Vicente López, de más de 40.000 metros cuadrados de oficinas."
¿Qué se puede cambiar de un edificio existente para volverlo sustentable? Ventanas con más aislación (por ejemplo, vidrios más gruesos), una cubierta verde en la terraza para que la temperatura del último piso sea menor, paneles solares para dar energía, dispositivos para reducir el consumo del agua, muebles de materiales que no generen emisiones contaminantes.
Una alternativa que ofrece el sistema de certificación es que cuando el constructor no tiene el control de todo el edificio hay un programa especialmente diseñado para oficinas que permite, por ejemplo, aislar un sector del resto y equiparlo y administrarlo según la normativa.
Un aspecto no menor para tener en cuenta es la reducción de expensas si un edificio introduce mejoras que disminuyen sus costos de operación. Por ejemplo: si hay un motor para ventilar una cochera con más de 10 años de uso, es seguro que si se pone uno nuevo el costo se amortizará con el consumo en no más de dos años.
Gestión verde, gente sana
Del diseño, construcción y funcionamiento de un edificio depende el bienestar de la gente que lo habita. Si bien aspirar a la certificación es un objetivo importante, la construcción sustentable -aunque no con "etiqueta"- ofrece ventajas, no sólo en materia económica a mediano o largo plazo por los ahorros en energía y agua, sino por la calidad de vida de quienes ocupan el lugar. Enfermarse menos, por ejemplo, no sólo es mejor, sino también menos costoso a la hora de los fríos cálculos.La calidad del aire interior se cuida desde antes de abrir la puerta por primera vez. "Uno de los secretos es tapar las cañerías y conductos durante la obra, para destaparlos una vez terminada la construcción -afirma Spósito-. Eso evitará que entren polvo, bacterias... Es imposible limpiarlos cuando ya han sido instalados. Sí se pueden cambiar los filtros de los aires acondicionados, pero una cosa es cambiar filtros de conductos limpios y otra es que los caños hayan estado abiertos durante el proceso de construcción. Es decir, la eficiencia en la gestión de la construcción influye mucho en la sustentabilidad del edificio."
Otro secreto: generar residuos cero durante la etapa de edificación. "Y es posible, no en otros países, sino aquí mismo. Existen obras en ejecución donde hay volquetes, cada uno con residuos separados según su tipo y calidad, que después una empresa de reciclaje o bien busca para comprarlo o bien lo lleva y lo devuelve bajo la forma de algún producto. Nada de esto va al relleno sanitario."
Si bien la orientación principal de la impronta que ya dejan los edificios verdes es hacia el mercado corporativo, también existen emprendimientos en viviendas. Un ejemplo es el edificio Solaire, en pleno Manhattan, donde es imposible encontrar lugar para vivir en alguno de sus 27 pisos. ¿Por qué? Por la excelente calidad del aire interior y del escenario que lo rodea. Dicen que es tan equilibrado respirar allí dentro que muchas familias con hijos asmáticos han ido a vivir buscando remedio. Y dicen que lo encontraron.
"Pero construir no es lo único importante -recalca el AGBC-. cuando la obra está terminada y se la habita, la manera en que se gestiona también condiciona su sustentabilidad. Se trata de compartir los conocimientos para ayudar a todos los participantes del mercado del Real Estate con el acceso a las mejores prácticas. Se trata, en definitiva, de entregar un mundo mejor a las generaciones futuras."
Por Gabriela Navarra
Fuente:
revista@lanacion.com.ar
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